Muchas veces pensamos que deberíamos estar en el gimnasio, haciendo algo por nuestro cuerpo para sentirnos mejor. Sin embargo siempre encontramos una buena excusa para seguir en casa lamentándonos por no poder hacerlo. Pero este “no poder” es solo la expresión final de múltiples excusas que ficticiamente nos ponemos a nosotros mismos. Veamos una lista de las 10 más comunes y también por qué son fácilmente rebatibles.
- No tengo tiempo
Liderando el ranking se encuentra la excusa más trillada de todos los tiempos. Seguramente perdés más tiempo en otras cosas. ¿Cuánto tiempo le dedicás a Facebook?, ¿Cuánto tiempo pasás frente a la tele? Y por sobre todo, ¿Cuánto tiempo pasás pensando “Debería hacer algo de ejercicio”? No lo pienses más, simplemente andá al gimnasio por una hora y no será una hora perdida, sino una hora ganada. - Estoy fuera de forma
Bueno, es normal si no hacés ejercicio. Para estar en forma hay que tomar la iniciativa. La mayoría de las personas llegan al gimnasio con kilos de más, poca flexibilidad, y falta de resistencia cardíaca. En dos semanas serás capaz de llevar adelante tu rutina con menos esfuerzo. - Se me fue el año
¿En serio?, ¿Esa es tu excusa?, no hay un mes o día de la semana propicio para empezar, es muy fácil posponer lo que te da pereza, pero si comenzás tu ejercitación en diciembre, todos estaremos aplaudiéndote. - Estoy grande de edad
En los gimnasios hay gente de todas las edades. Las disciplinas que se dictan en Sparring Center son para personas de cualquier edad. Por ejemplo, nadie dijo que vayas a ser un boxeador profesional, por lo que empezar a practicarlo como deporte de entretenimiento podés hacerlo en cualquier momento de la vida. - El clima
“Llueve”, “Hace fío”, “Demasiado calor para salir a la calle”. Son de las excusas favoritas de los perezosos, y así nunca empiezan, pueden pasarse la vida detrás de la ventana mirando la vida pasar. El 98% de los días vas a poder salir. O con un paraguas, o con un short, o con una campera. Pero Buenos Aires no es justamente una ciudad cuyo clima te impida caminar hasta el gimnasio. - No quiero ir solo-a
Así que no solo tenemos que arrastrarte a vos, sino también a un amigo-a. Vamos por mal camino. Casi todos llegan sin conocer a nadie y pronto están charlando con el profesor o con otros que también están en la misma. Si tenés ganas de empezar: venite, tus amigos van a seguirte cuando se sientan motivados por lo bien que te va. - No me siento identificado-a con la gente que va
La idea de que en el gimnasio están todos haciendo musculación y mostrándose sus cuerpos bonitos es un mito. La mayoría de los socios son personas como vos que tienen interés en hacer ejercicio y entusiasmarse con la práctica de un deporte. Para derribar prejuicios hay que experimentar y darse la oportunidad de saber de qué hablamos. - Necesito un gimnasio al lado de casa
En este caso tenemos dos opciones para vos, o te acostumbras al hecho de que no va a pasar y vas a necesitar caminar un poco, o te mudás al lado de un gimnasio. La primera es un poco más fácil y caminar puede ser parte de tu entrenamiento. - No me gusta hacer ejercicio
Tal vez no hayas encontrado un deporte que te incentive. En Sparring Center te proponemos probar con boxeo, jiu-jitzu, tae-kwon-do o crossfit. Si algo te divierte no se siente como obligación. - No me interesa estar marcado-a
La verdad es que para tener abdominales de acero o brazos gigantes hay que focalizarse mucho en eso y hacer infinitas repeticiones de los mismos ejercicios. Si venís a entrenar, es normal que tonifiques, pero de ningún modo te volverás Robocop por hacer un poco de ejercicio. Solo vas a sentirte mejor y ponerte en forma.