Los beneficios de seguir una Dieta Paleo
Quizás hayas escuchado hablar de la “Paleo Diet”, una dieta que ya por su nombre nos suena al hombre de las cavernas. Si hiciste la asociación en tu cabeza entre esta dieta y un homo sapiens, estás en lo cierto, porque esta dieta se basa en lo que ha comido el hombre durante millones de años y se contrapone a la del hombre moderno que se alimenta de comida procesada y rica en azúcares.
Muchas de las enfermedades contemporáneas tienen como una de sus causas la mala alimentación: obesidad, cáncer, diabetes, hipertensión, colesterol, colon irritable, etcétera.
Recurrir a una alimentación más saludable sería la llave para comenzar una vida saludable a pesar de llevar una vida menos activa físicamente que nuestros antepasados.
En qué consiste
Si vamos algunos milenios hacia atrás, nos encontramos con que el hombre comía plantas y animales y lo hacía cuando había, puesto que era nómade. Por eso necesitaba alimentos ricos en nutrientes capaces de mantenerlo saludable, en forma físicamente y con energía para largas horas de trabajo o arduas caminatas.
La dieta paleo busca volver a los orígenes y emular la dieta de nuestros antepasados al reducir los carbohidratos malos y las harinas refinadas, ya que según su filosofía la genética dicta la dieta, y nuestra genética es prácticamente igual hoy en día a la del hombre del paleolítico.
Pensemos que el cuerpo solo puede procesar una pequeña cantidad de carbohidratos que usará como fuente de energía y el resto se convierte en grasa que queda en el cuerpo. La gran mayoría de lo que se ve en las góndolas de los supermercados son grasas que se instalarán en tu cuerpo sin sentido alguno.
Qué se puede comer
Siguiendo este tipo de dieta no debes cuidarte en cuanto a la cantidad de calorías o la cantidad que comes, la idea es que hagas dos o tres comidas diarias y que comas hasta saciarte. Lo que está permitido dentro de la dieta son principalmente carnes magras: pescado, pollo y carne vacuna, cuánto más sencillo se la cocine es probable que tenga menos cosas malas; así la podés comer a la plancha, al horno o apenas salteada con un poquito de aceite de oliva. Sin embargo la dieta no admite otros aceites como el de girasol, soja, maíz, u omega 3, sólo el de oliva.
Los hombres del paleolítico también recolectaban vegetales que encontraban a su paso, así que podés incluir en tu dieta: brócoli, remolacha, espárragos y todo lo que se te ocurra para acompañar una carne. La dieta incluye también, pero en menor medida, frutas de estación y también granos y frutas secas. Cuando tengas hambre nada mejor que recurrir a las nueces, almendras o pasas de uvas (o un mix de ellas), son proteínas y grasas saludables, lo mismo que la manteca y la papa.
Dado que no admite azúcares se debe evitar el alcohol, puesto que el mismo se convierte en azúcar una vez que está dentro del cuerpo.
Hay discrepancia respecto a los lácteos, aunque la mayoría de los seguidores de esta filosofía paleo los admite en forma moderada. En realidad los paleo estrictos piensan que los mamíferos toman leche materna hasta que comienzan a alimentarse por sí mismos. Otro argumento en contra de los lácteos es que la leche contiene muchos aditivos hoy en día y por eso mejor no consumirla.
Prohibidísimas las grasas procesadas, las legumbres, el trigo, el maíz, los cereales, el pan y las pastas.
Aunque parece una dieta difícil, es bastante fácil, pero toma un poquito de tiempo el cocinar y hay que evitar las góndolas y congeladores del supermercado.
Es ideal empezar a comer bien si vas a arrancar con el entrenamiento ya que te va a ayudar a sentirte mejor, bajar de peso y contar con más energía.
Mitos sobre la Dieta Paleo
1. La Dieta Paleo es una dieta a base de carne y nada más que carne: nada más falso. Incluso un vegano podría seguir la dieta paleo, puesto que de lo que se trata es de no comer comida procesada, pero sí están disponibles frutas y verduras.
2. En el paleolítico los humanos se morían jóvenes: claro, pero no por la dieta que llevaban, sino porque había enfermedades incurables o porque eran aniquilados por animales salvajes.
3. La Dieta Paleo es para obsesivos: no es así. Es para quienes desean llevar una vida más saludable, pero como dijimos antes, no se trata de contar calorías.
4. El exceso de carne produce colesterol: no es verdad. Numerosos estudios comprobaron que no es así y después de todo, se trata de mantener un equilibrio. Una buena alimentación incluye carnes, pero también frutas, vegetales, huevos, etc.
Cómo comer Paleo en Buenos Aires:
Aunque resulta difícil evitar los alimentos procesados, se puede seguir esta dieta simplemente eligiendo ir a la carnicería y/o verdulería del barrio en lugar de al supermercado y tentarse con los alimentos dañinos que enseñan las góndolas. También es fácil optar por pedir un bife, una ensalada o una pieza de pollo en el restaurante (tal vez todo eso junto). Lo mismo si pedís comida en el trabajo, o podés cocinarte porciones más grandes y llevarte el clásico tupper.
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